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lima, vista desde el cerro san cristóbal. foto: flickr de pancho varone

Lima, post-desborde

El crecimiento “explosivo” de la población y la llegada “incontrolable” de migrantes ya no pueden ser usados como excusa para un estado incapaz de planificar y controlar el desarrollo urbano.

Publicado: 2014-03-08

Cuando se habla del crecimiento de Lima, la imagen que evocan muchas personas es la de familias con muchos hijos –sobre todo de mujeres pobres- y grandes contingentes campesinos que dejan sus tierras para buscar una vida mejor en la capital. Esta visión, creada en la segunda mitad del siglo XX, ya no corresponde a la realidad de Lima en el siglo XXI. Comprender la dinámica poblacional actual de la ciudad es fundamental para cualquier esfuerzo de planificación que se pretenda hacer de la metrópoli.

Durante el último periodo intercensal, entre 1993 y 2007, la población de Lima creció en poco menos de dos millones de habitantes. Se proyecta que desde el censo de 2007 y el 2014, la población haya aumentado en cerca de un millón de habitantes más. Es decir, Lima Metropolitana tiene actualmente cerca de 9 751 000 habitantes.

puente alipio, febrero de 2014. foto: tunchi/ tomada de limafotolibre.com

En cifras absolutas esto es un crecimiento muy significativo, pero si nos fijamos en las tasas de crecimiento veremos que vienen en caída desde la década del 60. La tasa de crecimiento promedio anual de la provincia de Lima pasó de 5.7% entre los años 1961-1972 a sólo 2.1% entre 1993-2007. Lo más probable es que ahora sea algunas décimas menor.

El crecimiento poblacional tiene dos componentes: crecimiento vegetativo y migración. En nuestro caso, ambos aspectos aportan a la reducción de las tasas de crecimiento. La tasa de natalidad en Lima Metropolitana ha bajado respecto al censo anterior. Mientras que la cantidad de hijos promedio por mujer en edad reproductiva en la provincia de Lima era 1.5 en 1993, en 1997 era 1.3. Mientras que, en la provincia de El Callao, este promedio pasó de 1.6 a 1.4 en el mismo periodo. Es decir, los limeños y limeñas, tenemos menos hijos que antes.

El balance migratorio de Lima sigue siendo positivo. Es decir, Lima recibe más migrantes de los que se van. A pesar de esto, la proporción de migrantes respecto a la población total se ha venido reduciendo desde hace varias décadas. En el censo de 1940, 45% de la población que residía en Lima era inmigrante. En el censo de 1961 ese porcentaje llegó al 49%. Desde entonces, el porcentaje ha caído hasta el 38% actual. Desde su fundación, Lima ha sido una ciudad de migrantes y como cualquier metrópoli, un porcentaje de su población siempre serán inmigrantes que deciden residir en la ciudad. No obstante, hoy el porcentaje de inmigrantes que viven en Lima es el menor del que tienen registro los censos del siglo XX.

El crecimiento “explosivo” de la población y la llegada “incontrolable” de migrantes ya no pueden ser usados como excusa para un estado incapaz de planificar y controlar el desarrollo urbano.

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Más información y más detallada, baja los informes del INEI completos: aquí y aquí.

Publicado también en www.plam2035.gob.pe


Escrito por

daniel ramírez corzo n.

antropólogo urbano. dedicado a cuestiones estéticas y políticas. miembro de TAS - Taller de Artesanía Salvaje.


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